EL COLEGIO

Representamos en el seno de nuestro Colegio la línea de Philéas Lebesgue – Paul Bouchet, y hemos plasmado toda la Ciencia y la Filosofía en la obra editada por Robert Laffont en 1.976. Es a raíz de la publicación de este libro cuando aparecieron una serie de colegios druídicos fantasiosos que se fijaban exclusivamente en los aspectos folklóricos del druidismo. ¡De alguna forma hemos sido las víctimas de nuestro propio éxito literario!

El Druidismo no consiste en una Revelación Única efectuada por una entidad sobrehumana, un Demiurgo que dice ser esencia divina cuyas enseñanzas deben ser consideradas como la única expresión de un Verdad incontestable, dogmáticamente enseñada, con una prohibición de discutir ningún aspecto de la misma.

Un dogmatismo tal no es conforme al espíritu druídico, místico sí, pero siempre razonador.

Nosotros los Druidas profesamos que la Verdad es la síntesis de la observación de los Hechos, de la Lógica y de la Razón.

Es nuestro deseo reunir en el seno de nuestro colegio druídico a todas las personas, de cualquier confesión religiosa o iniciática. Se puede perfectamente estar afiliado al mismo tiempo a otras sociedades tales como los Rosacruces, los Masones, u otras…

Esto es el reflejo mismo de la filosofía druídica que, desde hace varios milenios, ha fijado como principio la Libertad , que en su definición es el punto de equilibrio entre todas las oposiciones, y no formula ninguna exclusión contra ninguna opinión o religión, a condición que éstas respeten esta Libertad.